El paro armado que propició un grupo insurgente durante el fin de semana y que generó problemas de comunicación vial, propició un aumento en los precios de los alimentos de la canasta familiar, sobre todo aquellos que vienen procedentes del interior del país.

La situación se complicó el pasado lunes, día normal de abastecimiento, fecha en que apenas llegaron 5 camiones cuando lo normal son 25 a 30 vehículos con más de 700 toneladas. Desde ese momento empezó la ola alcista de varios de ellos.

Ese día no llegaron los vehículos de carga al mercado mayorista de la Central de Abastos del Caribe por la voladura de algunos puentes, represando muchos camiones con alimentos y que los llevó a tomar otras vías, encareciendo los fletes y por ende los precios.

Hoy miércoles, otro día de abastecimiento en Granabastos, la situación de oferta mejoró al arribar un número aproximado de 22 vehículos cuando lo normal sobre entre 20 a 30 camiones.

El gerente comercial de la Central de Abastos, Leonardo Mulford, dijo que lo malo en el día de hoy es que los precios de algunos alimentos siguieron subiendo, sobre todo los que proceden de zonas como Cundinamarca, Santanderes y Boyacá.

Por ejemplo, dijo el funcionario, los aumentos oscilan entre el 30 y 50% e incluso más. Nada más el bulto de papa pasó de $45.000 a $75.000, un alza importante que se refleja en los consumidores, sobre todo cuando compran al menudeo en los supermercados y tiendas. Igual sucedió con otros alimentos como la cebolla y zanahoria.

“Hay de todo en cuanto a alimentos, no tenemos desabastecimiento hasta el momento, existe oferta de todas las regiones que nos abastecen, pero lo cierto es que en algunos de ellos los precios han subido”, sostuvo el vocero de la Central Mayorista.

En el día de hoy habían ingresado cerca de 600 toneladas de alimentos cuando lo normal es que sean entre 700 y 800 toneladas. Se está a la espera del tercer día de mercado mayorista, que es el viernes, para saber cómo se comportan los precios y el abastecimiento, además ya ha pasado la amenaza del grupo insurgente.

El Dane, a través del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa), comunicó que las principales centrales mayoristas del país reportaron un descenso en las cotizaciones de alimentos como la lechuga Batavia, la cebolla junca y el pimentón.

En el caso de la plaza de Barranquillita, este comportamiento se explicó con una mayor disponibilidad de esta leguminosa procedente desde los municipios de Madrid, Mosquera y Facatativá (Cundinamarca). Por lo anterior, el kilo de lechuga Batavia se consiguió a $2.625, un 38% menos.

El precio de la remolacha reportó un incremento del 27% en Barranquilla, en donde el kilo se vendió a $1.056, como resultado de una contracción de la oferta procedente Sogamoso y Duitama (Boyacá).

No obstante, las cotizaciones de este mismo alimento registraron un descuento del 19% en la capital del Magdalena, en donde el kilo se vendió a $1.083, gracias a una expansión de la oferta procedente desde las zonas productoras también ubicadas en el departamento boyacense, específicamente en el municipio de Tunja.

En el mismo mercado de Santa Marta, se reportó un descuento del 27%, a raíz de un mayor abastecimiento de lechuga Batavia procedente desde la región de Cundinamarca, lo que conllevó a que el kilo se comercializara a $3.042.

El precio de la cebolla junca también reportó un comportamiento a la baja del 67% en Sincelejo, es decir que allí el kilo se negoció a $800, ya que se amplió el nivel de abastecimiento procedente desde Ocaña (Norte de Santander).

Una situación similar se presentó en la capital de Córdoba, en donde el incremento de la cotización se relacionó con las altas actividades de producción y recolección en Marinilla (Antioquia), lo que motivó a que el kilo se ofreciera $1.729, un 48% menos.

En cuanto al pimentón, se observó una caída en sus cotizaciones del 25% en el mercado de Santa Marta, derivado de una mayor disponibilidad de este alimentó originario desde las zonas productoras de Girón (Santander). El kilo se negoció a $2.500.